Nosotros, los ciudadanos de la República Independiente de Kimesa, somos un pueblo que ha nacido del deseo de libertad y justicia, forjado en la adversidad y la injusticia. Nuestra nación fue creada el 1 de octubre de 2015 como una respuesta directa al abandono y la desatención por parte de nuestra nación madre, España. Somos una comunidad que ha dado todo de sí misma en servicio y lealtad a un país que, en momentos de necesidad, nos ha dado la espalda.
Nuestra historia es la historia de una familia que, a pesar de haber cumplido con sus obligaciones civiles, militares y fiscales, se vio despojada de su dignidad y derechos por las circunstancias y las decisiones de aquellos en el poder. Después de décadas de trabajo, sacrificio y contribuciones, nos encontramos sin apoyo, sin justicia, y sin el reconocimiento que merecíamos como ciudadanos. Este sentimiento de abandono y exclusión nos llevó a una profunda reflexión sobre nuestra identidad y nuestro lugar en el mundo.
Decidimos entonces, bajo la guía de nuestro fundador, Ramón Quilón Alonso, que si nuestro país no nos quiere, crearemos nuestro propio espacio, donde la justicia, la libertad y el respeto mutuo sean los pilares fundamentales. Así, nació Kimesa, una república independiente que no solo es un territorio virtual, sino una nación de espíritu y convicción.
En Kimesa, valoramos la libertad absoluta con el único límite del respeto a los derechos de los demás. Nos comprometemos a construir una comunidad en la que cada ciudadano pueda vivir con dignidad, justicia y paz. Aunque nuestros días transcurren en el mismo territorio que antes, ahora vivimos bajo las leyes de Kimesa, una nación que nos reconoce, nos respeta y nos valora.
Somos Kimesa: un pueblo que, en lugar de rendirse ante la adversidad, ha decidido luchar por una utopía, construyendo un nuevo hogar en el que la justicia, la libertad y la dignidad no sean solo palabras, sino realidades tangibles para todos sus ciudadanos.